martes, 2 de julio de 2013

Un entorno medioambiental patógeno

Vivimos en un mundo lleno de abundancia, el cual nos da de comer, de vestir y hasta energía, la misma energía con la cual lo asesinamos lentamente, vivimos en él y disfrutamos de él, de sus hermosos paisajes, dignos de enmarcar, pero no nos preocupamos de cuidar de él ni de preservarlo para las futuras generaciones.

Estamos envenenando el mundo. La producción mundial de sustancias químicas ha pasado de un millón de toneladas en los años treinta, a cuatrocientos millones en la actualidad. Entre ellas se encuentran los pesticidas que han contaminado considerablemente los acuíferos.

Existen acciones tan simples como dejar luces prendidas, cargadores enchufados sin estar usándolos, prender la televisión sin estar viéndola, pueden afectar al mundo en el que vivimos, ¿Pero cómo? Pues ahorrando energía disminuimos la demanda de combustibles fósiles, además de una menor emisión de dióxido de carbono, el cual es uno de los principales contribuyentes al calentamiento global.


El tabaquismo y el alcoholismo son las adicciones con mayor impacto sanitario. No obstante, las campañas difundidas en los países desarrollados comienzan a dar sus frutos y se observa una disminución de los casos de cáncer de pulmón en los hombres. Pero el riesgo se está desplazando hacia el sur.

La contaminación vinculada al transporte es responsable de enfermedades respiratorias como el asma y la bronquitis, pero el ambiente de los interiores es aún peor a causa de las emisiones de los materiales y de las actividades domésticas.

Otra manera de contaminar nuestro medio ambiente es a través de la basura, el mayor problema de éste es la cantidad enorme de desechos que producimos y ni siquiera nos preocupamos de reciclarla o al menos intentar no generar tantos desechos. Muchas veces tenemos bolsas con basuras de días en nuestro hogar, las llenamos con desechos y luego no las aseguramos, lo que hace que al sacarla animales callejeros las destrocen, contaminando el suelo de nuestro planeta, estas malas acciones pueden ser evitadas con sólo afinar estos simples detalles: hacer un esfuerzo por reciclar, asegurar las bolsas y generar menos desechos. 


Otro factor contaminante y quizás poco conocido, es la contaminación acústica, la cual hace referencia al ruido, como el tráfico, las industrias, aviones, la mayoría de las actividades humanas, todo este ruido causa efectos negativos para la salud física y mental del ser humano. Nuestro oído necesita un reposo de 16 horas, pero con nuestro ritmo actual es imposible, estar expuestos a este tipo de contaminación puede causar molestias, incomodidad y hasta daños irreversibles en el sistema auditivo, debemos darle un reposo a nuestros oídos.

Por último, el trabajo es un lugar de exposición a sustancias químicas como el amianto. También es la principal causa de los problemas musculares ligados a posturas repetitivas, así como de algunos trastornos mentales.

En resumen, existen variados factores contaminantes, que destruyen nuestro planeta, y a su vez muchas formas de terminar o disminuir tales contaminaciones.

En mi opinión, es importante tener en consideración la manera en que contaminamos nuestro planeta, para así poder encontrar las soluciones, no podemos seguir viviendo sin preocuparnos de nuestro medio ambiente, que a gritos pide ayuda, debemos comenzar a cambiar nuestro actuar.

Finalmente podemos ver que el dejar de envenenar el mundo está totalmente en nuestras manos, hay bastantes problemas que son irreversibles, pero hay muchos otros que aún podemos evitar, debemos tomar conciencia de lo que pasa a nuestro alrededor.



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